Pol Granch abre nueva etapa, el líder del nuevo pop presenta un fogonazo llamado “No pegamos” que ya está disponible en plataformas digitales.
Granch llega a esta prometedora serie de nuevas canciones consolidado como un artista distinto y demoledor. De padre francés y madre española, Pablo Grandjean –su verdadero nombre– se destapó el pasado año con Tengo que calmarme y con éxitos como “Late” o “Te quiodio”, ambos Disco de Oro. Fueron los hitos de un talento que en un abrir y cerrar de ojos transitó de promesa a respetado cantante y compositor, uno de los más importantes del momento.
El nuevo Pol Granch es el mismo artista carismático y genuino de siempre, pero pasado por el filtro del exigente 2020. Es un año que le inspira emociones diversas, como si observara los avatares de la vida con el ambiguo color de la gasolina en el asfalto, que tanto puede ser incoloro como desplegar un arcoíris.
“Nos pegamos” es el primero de una batería de temas que llegarán en los próximos meses y que presentan a un Pol más expresivo que nunca, sin filtros que lo amordacen ni reglas que lo domestiquen. Deja a un lado “Tengo que calmarme”, su álbum de debut de 2020, y emerge un artista crudo y explícito.
Producida por Paco Salazar, un imprescindible ya para él, la canción está escrita en castellano y en francés, su otra lengua materna. Y en lo estilístico, una explosión de variedad, que demuestra la naturalidad y la elegancia con la que este compositor compulsivo se atreve a fusionar géneros y se sitúa a medio camino entre la poesía y el rap.
El videoclip de “No pegamos” alterna una especie de club de la lucha con los recuerdos de una relación, en una sucesión de imágenes que encajan con la originalidad y el dramatismo que le caracterizan. Es el escenario perfecto para desenvolverse con comodidad, para que irrumpa el Pol Granch auténtico, el joven caótico en su genialidad que no conoce normas y reinventa estilos.
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