Todos los artistas se deben a su público. Al menos, todos dicen eso. Pero solo hay uno que lo demuestra: desde hoy está disponible “SANGRE1”, el EP interactivo de Confeti de Odio. El trabajo es fruto de ‘Confeti de Odio a la Carta’, un evento donde el artista mostraba un Work in Progress de sus canciones para que la gente votara cuales eran sus favoritas. En “SANGRE1” tú elijes tu propia aventura, pero eso no sería posible sin la incontinencia creativa de Lucas Vidaur: solo aquel que compone tantas buenas canciones puede permitirse hacer una selección a puerta abierta.
Con “Sudando”, su primer y único single de adelanto, el artista se retrotraía a sus orígenes, sonando más lo-fi y rozando bedroom pop. Ha vuelto el Confeti de Odio que nos enamoró con “Llorar de fiesta” (2018) o “Quiereme / Si me quiero” (2019). Con una producción tan minimalista, la canción se despoja de cualquier adorno innecesario y centraliza la atención en lo verdaderamente importante: “SANGRE1” es un canto al amor y a querer estar junto a esa persona, sin importar las adversidades que surjan por el camino.
Producido por Juan Pedrayes y mezclado y masterizado por Bernardo Calvo, el nuevo EP de Confeti de Odio consta de cinco canciones. “Bichos”, con la que abre el trabajo, es uno de los temas con más potencia: con su excelente manejo de las dinámicas, son protagonistas una batería urgente de punk y una voz agudizada que tontea (junto con algún sintetizador al fondo) con la PC Music. Hay algo más de introspección y songwriting puro en “Casa encantada” o la ya mencionada “Sudando”: “hay una casa encantada en tu interior, en los brazos están sus pasillos y en tu boca el balcón” susurra un Vidaur casi-ASMR para acto seguido hacer un pequeño guiño a Sara Montiel (quien conozca su magnífica versión de “El Amor” de Massiel sabrá que es un gran aficionado a las folclóricas). “Rave” se desarrolla como un techno tierno que suena a maquetitis edm dosmilera, y “El mundo entero” tiene una cadencia más post-grunje sin perder su esencia pop.
Así, “SANGRE1” parece un EP sacado de la era pandémica, pero sobre el que se nota el paso del tiempo en el artista madrileño: es un secreto a voces que Confeti de Odio es uno de los compositores más prolíficos de su generación. Así, en el trabajo decide restarle importancia al continente para demostrar que el peso radica en el contenido: una buena canción se vale por sí misma, florituras fuera.
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