A veces la vida se podría contar a base de los viajes que hemos hecho a lo largo de ella. Hace tiempo que no sabíamos nada de BAND À PART, pero es que viajar lleva su tiempo. Pero el camino impregna la inspiración, y en el caso de Javi y Coral, ha dado como resultado este “Templos Y Neones”, su segundo disco de formato más largo, y la meta, está inspirada, en algunas canciones, en un viaje por la increíble ciudad de Tokio. Un disco que va de la noche al día, que se embriaga de referencias niponas tanto sonoras como visuales, llegando a unos logros que van más allá del pop. Este álbum es una vivencia, y como tal es rica, diversa, a veces esquiva, y como todo buen viaje, al final, emocionante.
Ellos hablan del City Pop (un estilo musical que ocurrió durante la época de bonanza en Japón en los años ochenta, y que mezclaba disco, funk y synth-pop), del vapor wave y del future funk. Bandas como Cornelius, Snails House, Spazzkid, Roosevelt, Summer Camp o Magdalena. El caso es que “Templos Y Neones” es un disco que respira inevitablemente una fusión de culturas y de referencias, haciendo que su escucha sea tremendamente divertida y estimulante. La primera cara, la que representa a la parte más nocturna y hedonista, abunda en música de baile, neones y luces destellantes. Comienza con “Cómo Hablar Con Chicas En Las Fiestas”, J-Pop electrónico altamente bailable y pegadizo, que ya nos habían avanzado en formato de Single Digital. “Nuestro Momento” es más oscura, con texturas densas, sintetizadores gruesos y descaro a la hora de mirar a la pista de baile. “El Año Sin Verano", sin embargo, saca el aspecto más puramente pop del grupo, más limpio y melódico, recordando a unos THE CURE que juegan con sintetizadores y arpegiadores. “Templos Y Neones” es un ejercicio de disco music capaz de recordarnos a los clásicos, como Donna Summer, o a los más efectivos mensajeros actuales como Masters At Worko La Casa Azul. “City Pop” cierra la cara A del disco, pop instrumental, eurodisco elegante, sin concesiones.
La cara B, la que busca representar la parte más diurna de las ciudades bulliciosas, se abre con “Una Y Otra Vez”. Vuelve la parte más orgánica, ahora más cercanos al shoegazing, con la ayuda en la producción de esta canción de sus compañeros Iván y Eva de Linda Guilala, una mezcla de ruido y melodía impecable. “Parques Y Jardines” es lounge-pop acústico y Shibuya-kei, entre Le Mans y Niza, con un maravilloso rasgueo de guitarra. Con todo lo que nos recuerda a cosas hechas por aquí, es alucinante que en el fondo se trate de una versión bastante fiel del “Sunny Silent Park” del grupo japonés Swinging Pposicle. “La Neurona Espejo” nos retrotrae de nuevo al europop más bailable, entre “Disco 2000” y “Dancing Queen”, porque por el día también abundan las luces y los colores, mientras que “Supersimetría” es puro sonido Band A Part, encantador, cristalino, de esas canciones que nos gustan tanto a los fans del mejor indie-pop. Y para terminar “Todas Se Llaman Anne”, una delicia de pop de cámara encandilador, instrumental, muy cerca de las mejores piezas de The Yearning e incluso de algunas de las más evocadoras y pizpiretas de The Divine Comedy.
Javi y Coral regresan con la maleta llena de historias, melodías e imágenes. Ahora solo queda darles la mano y dejarse llevar.
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