La estrella del pop estadounidense-libanés pasó varios meses escribiendo y produciendo este álbum, dedicando tiempo a reunirse y colaborar con la joven escena francesa. Fue un ejercicio liberador que produjo un resultado excepcional. Escucha el álbum “Que ta tête fleurisse toujours” aquí (click).
A sus 40 años, Mika ha apostado por la renovación con esta sexta obra escrita íntegramente en francés. El cantautor transforma su lengua materna en un idioma universal. Se convierte en la clave de su intimidad e incluso cambia su relación con las melodías. Descomprometido, se enfrenta a sus miedos a la luz del día. Amor, sexo, vejez, muerte: todo se canta, todo se baila, tanto que se sorprende a sí mismo. Redescubrimos los fuegos artificiales emocionales de su pop colorista combinados con una poesía sensual y humanista. Una acertada mezcla de pop de los 80/90 y chanson francesa, su música electriza letras sentidas que nos llevan a una suave introspección.
"Es un regalo de cumpleaños... Una cabeza erizada de flores con esta frase, como un testamento: Que tu cabeza siempre florezca", dice Mika.
De este dibujo y de estas palabras enviadas por su madre poco antes de morir, Mika ha hecho el hilo conductor de su renacimiento y el título de su nuevo álbum. Carta de amor a su madre, oda al paso del tiempo, Mika escribe y compone a corazón abierto, sin tabúes. Abre nuevos horizontes en busca de la alegría en los intersticios del dolor.
Mika, ángel o demonio, celebra el “Apocalypse Calypso”. Baila hasta el fin de la noche al son de “Sweetie banana” y su ritmo voluptuoso, en busca de cuerpos fusionados. En “30 secondes”, relata esos momentos en los que todo arde en llamas. Es una canción sobre asumir riesgos, sobre el amor a primera vista que golpea sin previo aviso, sobre tomar una decisión que fuerza la mano del destino y te compromete para el resto de tu vida. En “Je sais que je t'aime”, rastrea la belleza de la pasión entre los restos de la pareja. En “Moi, Andy et Paris”, confiesa de forma inédita sus 18 años de amor con su pareja. Cuando los sentimientos borran los argumentos en la ciudad romántica por excelencia: París
El fantasma de “Jane Birkin”, su elegancia, su libertad, su singularidad, planea por todo el álbum. Con un eco de acento británico, Mika le rinde homenaje en un tema homónimo escrito antes de su muerte. Con “Bougez”, un irónico manifiesto contra la culpa del placer y los paradójicos mandatos de la sociedad de consumo, la estrella del pop llama a la resistencia en medio de esta época formateada y encorsetada. Venganza también, quién sabe, de aquel profesor maltratador que le ataba a su silla.
Mika tiene varias vidas, como nosotros tenemos varios idiomas, varios pasaportes, varias tierras... Estas identidades múltiples, esta sed de descubrimiento, esta curiosidad nunca saciada, esta energía loca que le impulsa a recorrer el planeta, son la inspiración de la canción “Passager”, un guiño a Moustaki.
“Que ta tête fleurisse toujours” es una llamada a la creatividad, y la de MIKA está floreciendo como nunca.
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