En su vigésimo aniversario, Los Punsetes convierten su propio legado en un festín de nuevas miradas. “Que Le Den Por Culo A Tus Amigos” es un homenaje del que ya conocemos la visión de lo nuevo (con Shego y su “¡Viva!”) y de lo viejo (con Los Planetas y su interpretación de “Tu Puto Grupo”). Ahora, es el turno de lo de fuera: en este tercer adelanto, las argentinas Las Ligas Menores presentan un “Mabuse” nostálgico y mucho más analógico que el original, como ya viene siendo sello personal del grupo.
La reciente reestructuración de la banda de Buenos Aires, que ahora cuenta solo con la voz y visión de Anabella Cartolano, convierte este tema en uno de los últimos testimonios de la antigua formación. Así, la banda trae consigo una sensibilidad afilada para esta versión que suena a confesión y recuerdo, pierde rabia y gana tristeza.
El “Mabuse” original era un reflejo mordaz delo ridículo de la edad adulta, una especie de testamento en el que casi vaticinaban una sensación de alivio para sus seres queridos. Tanta gloria llevaban como paz dejaban. En el reparto de bienes, una espiral de herencias situaba a los últimos con el mismo nivel adquisitivo que los primeros: “Dejo mis discos a mi novia, dejo mis libros a mis hijos, dejo mis hijos a mi novia para que puedan poner discos” es una de las frases más célebres del quinteto madrileño, ingeniosa sin esfuerzo y llena de un absurdo muy atractivo.
La formación cantaba como si, post-mortem, nada fuese realmente importante, pero en la versión de Cartola no todo el mundo está llorando en el funeral. En manos de Las Ligas Menores, el tema se convierte en un himno vulnerable, como si la banda tratara de hallar consuelo en un hombro amigo en vez de en el humor. Así, la banda argentina reemplaza el nihilismo original con una tristeza palpable, a través de capas de shoegaze, grabaciones granuladas y mucho fetiche por el sonido de la era pre digital.
La producción y la mezcla corren a cargo de Martin Gorosito, mientras que el máster es de Bob Weston. Con el “Mabuse” de Las Ligas Menores se refuerza el espíritu del recopilatorio, que no busca replicar las miradas de la banda original, sino expandir su significado hacia nuevos horizontes.
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