Después de sorprender a propios y extraños con su primera referencia, el Maxi-Single 10” “El verano que me debes”, Pipiolas, o lo que es lo mismo, Paula Reyes y Adriana Ubani, nos avanzan un LP de debut lleno de sorpresas y expectativas. Expectativas porque el perfil de Adriana y Paula no es habitual en el mundo del pop independiente: artistas de formación y vocación, cultivadas en diversos campos y que vuelcan toda su creatividad en un proyecto conjunto. Y “Romancero Propio”, el single que avanzamos, lo pone en evidencia.
Con evocaciones clásicas (la portada, obra de la diseñadora Laurel Cala, está inspirada en el “Romancero Gitano”), llevan su música a otro nivel, con la tensión de M83, la contundencia rítmica de The weeknd o Daft punk, y el lirismo de Björk, sumando ese poso a Vainica doble en las letras y las evocaciones de Jeanette que les da esa aura de excepcionalidad, la sensación de que ellas están pisando un terreno en el que nadie se había atrevido a entrar hasta ahora. Inyectando recitados y spoken-word entre un estribillo que rebosa pop multicolor construyen una fábula sobre la lucha con uno mismo, como ellas explican perfectamente: “Romancero Propio” no es un romance de versos asonantes, sino uno con uno mismo. La historia de dependencia con ansiolíticos y antidepresivos para intentar lograr una historia de amor propio que nunca llega. Cuando ser humano te hace demasiado daño y no puedes ser otra cosa. Y, bueno, no hay más.
Para semejante genialidad, un video a la altura, dirigido por Serjiososo (que ha dirigido videoclips de gente como Axolotes Mexicanos, Colectivo da silva, El buen hijo, La paloma o Depresión sonora), en el que vemos dos partes diferenciadas: la primera llena de referencias al lenguaje cinematográfico, y la segunda, a partir de la explosión de la canción, llena de onirismo y color. Qué maravilla. Tenemos Pipiolas para rato.
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