Tras dos apoteósicos conciertos sold out en Madrid de presentación de su álbum debut “Vicente Calderón” y su primera incursión en Latinoamérica en FILBo de Bogotá (Colombia), los madrileños nos sorprenden con “El sueño de Dios”: un himno indie con alma noventera, nacido para ser cantado a gritos entre amigos, en una noche que no quieres que acabe.
Mezcla confesiones cotidianas con versos oníricos y existenciales, como si Nacho Vegas se cruzara con los primeros Oasis o Los Planetas.
Guitarras nostálgicas, estribillos que se te quedan pegados y una melancolía luminosa que invita a vivir el caos con los brazos abiertos.
El 31 de enero el quinteto madrileño publicó “Vicente Calderón”, una carta de amor y desamor escrita desde las afueras de Madrid con guitarras afiladas, estribillos coreables y letras con alma.
10 canciones cuidadosamente elaboradas en un viaje emocional que encapsula lo cotidiano, desde la melancolía de mirar por la ventana cuando el amor se siente infinito, hasta la euforia de compartirlo todo con amigos en un salón de piso pequeño.
Los estribillos rebosan ironía y sarcasmo, invitando a la audiencia a sumarse a la coreografía de la burla compartida. Así lo han dejado claro con adelantos de este álbum como “Costa Marrón”, donde criticaban a las inmobiliarias que actúan sobre la zona más desfavorecida del cinturón madrileño. Su demostración de intenciones y alarde en “Número 1”, su “Himno de las Flores” en colaboración con Surma de Niña Polaca o “Dientes rotos”, viaje por la noche más punk posible junto a Samantha Hudson.
Estarán en junio en él Recreo Festival, en julio en el Centolo Weekender y en agosto en el Festival Amante y Sonorama Ribera.
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