Como muchos otros artistas Neela ha necesitado cruzar el Atlántico para sacar adelante su carrera musical. Nueve mil kilómetros, los que separan su Jaén natal de Ciudad México, son los que ha tenido que recorrer para cumplir un sueño que se ha visto materializado con la publicación de su primer álbum.
Un disco, cuyo título “A 9000 km” hace precisamente un guiño a la distancia entre sus dos casas y que pone sobre la mesa 12 canciones llenas de una belleza y una melancolía sobrecogedora.
Y es que, “A 9000 km” es un trabajo hecho para mirar al interior y dejarse llevar por cada una de sus canciones. En ellas, Neela hace un viaje introspectivo por las distintas etapas de una ruptura sentimental. Desde el dolor a la rabia pasando por la necesidad de entender que salió mal. Así, hasta llegar a la liberación, donde en un acto de resiliencia recupera la confianza en sí misma y cicatriza todas las heridas. Todo con letras poéticas, melodías hipnóticas y una producción cuidada al milímetro.
“Contacto Cero” es el punto de partida. Una balada que reflexiona acerca de la distancia emocional retratando la lucha interna que hay entre las esquirlas de un amor aún latente y la necesidad de cortar lazos. “Disparas” da paso a la indiferencia, donde la impotencia de ver como la falta de esfuerzo por solucionar las cosas da la estocada final a la relación. La cantante mexicana Agris pone su toque único y personal al servicio de una composición poderosa y terriblemente conmovedora.
“Ya te avisé”, el primer single del álbum, es el reflejo de cómo Neela ha ido creciendo musicalmente a pasos agigantados. No sólo su voz muestra esa transformación, también las canciones han ganado en complejidad. Un paso al frente que da también en las letras, más maduras y profundas, como la que da forma a “4 Minutos”, con la que trata de borrar estigmas alrededor de la ansiedad. Es sin duda el lado más frágil de una artista que no tiene miedo de exponer sus emociones.
De la toxicidad huye Neela en “Narcisista”, marcando el punto de inflexión en el camino hacia la sanación. No es casualidad, por tanto, que “Desocupada”, la canción que ocupa el ecuador del disco muestre la otra cara del desamor. También las melodías se vuelven más alegres, algo que deja entrever “Frágil” y “Todo y Nada”, dos canciones que son pop en estado puro. Llenos de una fuerza y una sensibilidad que demuestran el talento que hay que tener para hacer genialidades desde lo natural.
La parte final del disco transforma con una belleza cristalina la melancolía por el renacer. Es imposible no emocionarse ante esa atmosfera mimada y llena de detalles superfluos. “Del 1 al 10” o “Llorar un día” tienen por ejemplo ese don. Lo mismo que “Un ratito más” y la canción de título homónimo al disco, “A 9000 km”. Esta última cierra un trabajo fantástico lleno de carácter y personalidad, en el que Neela nos muestra su particular visión del mundo y todo el talento que atesora.
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