Tras consolidarse en la escena mexicana, Alak presenta su segunda entrega discográfica con el EP “Loco” que ya está disponible en plataformas digitales (click aquí).
Cinco temas originales conforman esta declaración de principios del trap, que oscila entre la fiesta y la oscuridad.
Cada vez que un nuevo género musical irrumpe en la escena y logra atraer la atención de grandes públicos comienza a gestarse una identidad particular. Por supuesto, ese proceso toma su tiempo, pues el interés de la novedad es romper con lo establecido. Sin embargo, llega un momento en el que la identidad de artistas y escuchas se funde: la música no solo se escucha por mero gusto o tendencia, sino por identificación.
En el caso del trap, ese momento se deja sentir cada vez con más fuerza: lo que inició como una propuesta novedosa y provocadora, ha conformado ya una identidad. Parte de ese sentir está plasmado en “Loco”, la segunda entrega discográfica de Alak, un joven rapero del norte mexicano que, entre otras cosas, ha fusionado el trap con el regional en canciones como “Porte Bélico”.
De muchas maneras, “Loco” responde al proceso natural de identidad trapera, pues no solo navega musicalmente en lo que se ha convertido el sello del género, como los beats contundentes y oscuros y el rapeo agresivo y cargado de actitud. “Loco” está pensado como un material conceptual, un álbum que permite a los escuchas apropiarse del poder y la visión de los artistas.
Conformado por cinco temas originales, “Loco” aventura su lírica por los temas que se han vuelto los pilares del trap: la vida nocturna, la sensualidad explícita y descarada, el amor por la velocidad, la desconfianza en los estándares sociales y una cierta marginalidad orgullosa de sí misma. Es, en pocas palabras, una declaración de principios, una oda a la vida dentro del trap.
Luego de abrirse camino en la escena, Alak decidió volver sobre sus pasos y dar vida a un EP centrado en los motivos que lo llevaron a la música. En un momento en el que las identidades culturales parecen desdibujarse en el horizonte del consumo masivo indiscriminado, se agradece la llegada de un material que invita a los escuchas a asumirse como parte de esa nueva comunidad.
Originario de Torreón, Coahuila, Alak es el nombre con el que Bernardo Ortiz está sacudiendo la escena mexicana actual. Su breve pero intensa carrera ha estado marcada por la búsqueda de un sonido auténtico y contundente que le permita contar las historias de las que ha sido testigo y personaje. Esa búsqueda lo llevó a experimentar con el rap en 'Vol 01', su álbum debut y, poco después, a sumergirse en dos universos que lo marcaron: el trap y el regional mexicano.
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