Cuando se es uno de los rostros más visibles de Operación Triunfo, el paso del 0 al 100 suele ser meteórico. Y en esa carrera, de velocidad a fondo, es fácil desdibujar la persona detrás de esa fama. Este no es el caso de Juanjo Bona, un artista de identidad clara, real y honesta con su propia historia vital. Su paso por Operación Triunfo 2023, donde acabó como cuarto clasificado, le ha dado madurez, vínculos personales y artísticos, experiencia y visión de futuro. Pero Juanjo sigue siendo Juanjo.
Para conocer sus orígenes tenemos que remontarnos al 10 de noviembre de 2003, día en el que nació en la localidad zaragozana de Magallón. Y aunque hace tiempo que Juanjo se mudó a Madrid, su forma de ver el mundo sigue siendo la que trae de casa, porque “uno puede salir del pueblo, pero el pueblo no puede salir de uno”.
Esto es algo que también vemos en su influencia musical. Muchos son los referentes pop que podemos encontrar en el estilo de Juanjo, pero si algo le hace único es su vínculo con su tierra y su folclore. Y es que como jotero su andadura no se queda corta. Su paso por la Academia más famosa de la televisión española, no era más que el paso natural de alguien que desde su origen, desde su casa, volaba ya antes incluso de saber andar.
Como no podía ser de otra manera Juanjo Bona ya está preparando su primer disco y aunque todavía tenemos que esperar a 2025 para poder escucharlo al completo, nos llega el primer adelanto: “Mis tías”.
La historia detrás de esta canción también está estrechamente ligada con la vida de Juanjo: cuando habla de “mis tías” y menciona a Luisa, Paqui, Macu… nos habla de las trabajadoras del Colegio Mayor con las que convivió, y que no solo lo acompañaron a él y a otros muchos estudiantes en el día a día, sino que para Juanjo son también todo un referente de vida, lo más cercano a una familia que tuvo en sus primeros años en Madrid.
Más allá de lo vital y yendo al plano artístico, en “Mis tías” encontramos un ejercicio de fusión verdaderamente novedoso: un himno pop dentro del que Juanjo reinterpreta la jota más clásica, en lo vocal y en lo sonoro, con códigos actuales y una letra tremendamente personal y cercana como mandan los cánones del siglo XXI.
El resultado no solo es innovador y atípico en lo que consideramos pop, sino que también resulta un trabajo apabullantemente adictivo, emocional y divertido. Toda una declaración de intenciones capaz de ablandar el corazón más duro. Y si alguno se resiste, siempre quedará el videoclip, en el que Juanjo se rodea de “sus tías” en el día a día de ese colegio mayor que le ha visto convertirse no solo en el artista, sino en la persona que es hoy en día.
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