Esta colaboración nace de un encuentro artístico, fruto de la admiración mutua de ambos artistas. El tema fusiona tradición y electrónica; y bebe de los tangos y de la rumba. Escúchalo aquí (click).
“Aunque se apaguen las luces” habla de la necesidad de confiar; de andar el camino, aunque no haya luces que lo alumbren. Los protagonistas se muestran como seres que han andado descalzos, que han luchado, que se han perdido y se han encontrado, entendiendo de alguna manera el abandono de uno mismo como una forma de avanzar. Las voces de Vicente Navarro y Rocío Márquez se acoplan y entrelazan entre sí, creando un hermoso diálogo que termina convirtiéndose en un canto lleno de sentimiento esperanzador.
"Se dice que son tiempos inciertos y posiblemente lo sean. Cuando Rocío y yo nos juntamos, una de las primeras cosas que hicimos fue contarnos en qué momento nos encontrábamos cada uno y coincidimos en venir de situaciones en las que nos habíamos sentido necesitados de una cierta esperanza ", nos cuenta el artista .
Los desnudos acordes del órgano eléctrico y el sutil acompañamiento del bajo introducen el tema y el resto de elementos, tradicionales y contemporáneos, se unen repentinamente guiados por las palmas, que actúan como hilo conductor durante prácticamente toda la canción. Las bases electrónicas, el uso de sintetizadores y el tratamiento de las voces, a cargo del productor Lost Twin (productor también de artistas como C. Tangana o María José Llergo, entre otros), consiguen hacer que el tema crezca sin perder su esencia.
Vicente Navarro es un músico y actor madrileño de raíces manchegas cuya música se mueve entre el folclore español y latinoamericano, y la música urbana y electrónica. En 2019 publica su primer álbum “Casi tierra”, que obtuvo una gran repercusión con temas como “En el río”, “Esternón” o “Un llanto”. Su directo fue seleccionado como espectáculo recomendado por Redescena. Tras publicar dos colaboraciones en 2022 (“Marchar” con Rodrigo Cuevas y “La juventud” con Karmento), Vicente Navarro publica ese mismo año “Las manos”, su segundo álbum, con el que se consolida como uno de los referentes del neofolk actual.
Rocío Márquez (Huelva, 1985) es una de las figuras fundamentales de la música flamenca del siglo XXI. A la hora de posicionarse como cantaora, toma el testigo de grandes renovadores del género. En sus tres décadas de carrera artística, aúna rigor investigador, vocación creadora y excelencia interpretativa. El resultado, una rotunda contribución a que el flamenco esté hoy situado en la vanguardia de la música actual.
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