Las canciones de Carlos Flan han sido siempre una mezcla explosiva de sofisticación, sensibilidad y búsqueda. Hay en ellas una melodía que no es de este mundo. En “Estructuras Flan”, su debut en solitario, en paralelo a la discografía de Burrito Panza, nos ofrece (tal vez como nunca antes) algo sólido y algo que se derrite en nuestro oído interior.
Algo que tiembla de vida y algo que se afirma contra el ruido. Desde una intimidad peligrosa, reconocemos en este trabajo la delicadeza y la contundencia de letras destiladas imagen a imagen y una apuesta por romper las convenciones musicales de nuestro tiempo.
Carlos Flan nos conduce hacia el misterio de la forma más desnuda en estas 10 canciones únicas, registradas por Paco Loco. En ellas escuchamos la acústica de lo imposible, la respiración de un hombre que habla consigo mismo sobre cosas que se desintegran, sobre aquellos que van a la deriva con una certeza secreta, sobre quienes ven y sienten más allá.
Hay una estrella desorientada que marca el norte de un mundo que se desvanece. Hay atmósferas narcóticas que te empujan al interior de las galaxias y un paraíso imaginario en “el espacio entre dos latidos”.
“Estructuras Flan” es un viaje analógico y espiritual, entre la semiinconsciencia y la lucidez, en episodios de delirio y revelación, desde pantallas de sonido que te dejan ver el cielo más puro de una noche de invierno. Y una soledad incendiaria. Y una emoción apenas contenida.
Como en un campo magnético, sus canciones nos arrastran a “un amor tan profundo” que uno no sabe “si llamarlo amor.” Pop e indie que nos llenan hasta los bordes el corazón. (por Andrés García Cerdán)
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