Si hace apenas unos días avanzábamos “Auphmoy” como aperitivo de su nuevo proyecto de “SMHD (Arte Contenido)” (acrónimo de Segundos Minutos Horas Días), hoy traemos el primero de los cuatro álbumes que conformarán este combo creativo con el que Chenta Tsai vuelve a dejar patente que su creatividad está en plena eclosión. Cada nuevo paso que da Chenta nos ofrece la sensación de ir dos kilómetros por delante. Algo especialmente admirable en unos tiempos veloces, urgentes, rápidos como la luz, en los que es tan difícil asentarse y acomodarse, porque cuando te das cuenta ya han quedado atrás.
El proyecto surge del conflicto actual que existe entre la definición del creador de contenido y el artista, la búsqueda de la autenticidad en un contexto de identidades clonadas. De ahí surge el concepto de “Arte Contenido”, que vehicula estos cuatro discos, y que de alguna manera profundiza en esa idea que tanto persigue a Chenta: ¿Qué es la identidad? ¿Es algo estático y constante? ¿Podemos tener múltiples identidades? ¿Qué supone para un artista la propia idea de identidad? Filosofía del siglo XXI en la mente de un creador incansable, prolífico, multidisciplinar, que no sólo atraviesa con la mirada certera del cirujano los tiempos que vivimos a nivel conceptual, sino que lo hace también a nivel artístico, y como no, musical.
“Afong (Mordió La Mano Del Amo)” equivaldría a los Minutos dentro de “SMHD (Arte Contenido)”. El título viene del nombre de Afong Moy, la primera inmigrante china en llegar a Estados Unidos, en 1834. Llevada por los hermanos Carne desde Guangzhou a Nueva York, fue exhibida por todo el país como “la dama china”. Una reflexión sobre los estereotipos y las identidades, y ese subtítulo que marca el camino bajo el cual el artista puede llegar a ser totalmente libre, desprendiéndose de sus yugos y abrazando sus complejidades y multiplicidades.
Pero aquí no sólo hay conceptos sociológicos. Porque en los tiempos en los que TikTok nos vende que no necesitamos canciones de más de 30 segundos, y en los que el mixtape es un ejercicio de nostalgia vestido de modernidad, Putochinomaricón nos trae canciones que son tres a la vez, unidas, imbricadas, interrelacionadas. Una propuesta que hace que el ejercicio de escuchar música, de componerla, de desarrollarla, adquiera nuevas dimensiones. Canciones para escuchar mil veces, para exprimir hasta la exasperación. Para bailarlas, cantarlas, pensarlas, sentirlas, amarlas, odiarlas, pero nunca para olvidarlas.
Y abre este primer álbum “íntró (éstádó cónstánté dé críngé)”, y lo hace a golpe de house, que se quiebra de golpe entre gestos jungle y digicore. Pero, sobre todo, pone las bases de todo lo que quiere desarrollar en este proyecto. Cojan al vuelo estas frases: “Pura estética / Sin ética”, “¿Quién nos mira detrás de la cámara?”, “¿Qué es ‘tu visibilidad’? / ¿Qué quieres ‘visibilizar’?”. Y sigan. Hay mucho más. “síndrómé dél ímpóstór / nó mérécé lá péná / párá nó dár péná” juega con los mismos ingredientes, pero lo hace con menos agresividad y contundencia, dando especial relevancia a su huidiza delicadeza, ágil, juguetona, melódicamente deliciosa. Hasta ese final esquizoide, el de “párá nó dár péná”. Un tema que marca el camino hacia el necesario distanciamiento de la discriminación, acabando en el auto reconocimiento, la definición de uno mismo a través de sus propios caminos, y que cuenta con la colaboración de Berna Wang, una poetisa comprometida que aporta sus recitados a este collage sonoro. “ántífá káwáíí / nárrátívá” también estaba presente en “Auphmoy”, y aquí de nuevo vuelve la contundencia, las frecuencias más agresivas, el baile más impenitente... Una excelente colaboración con New Sylveon (uno de los músicos más interesantes de la escena actual de Moscú) que produce junto a Chenta “ántífá káwáíí”, otro artista innovador que comparte lenguaje musical con Putochinomaricón y que actualiza el sonido Kocmo-pok (Space Disco en ruso) con collages sonoros llenos de fantasía.
“ámóré (ábró híló - té ódíó) / chínító dé ámól” introduce el neo-soul y los juegos de voces, cuenta con la colaboración de otra poetisa, socióloga y activista, Paloma Chen para dibujar un paisaje más reflexivo.
“mámá hé mátádó á ún sím” es un ejercicio de fantasía melódica y de arreglos, un tema que entra en territorios del soul y el R&B, ecos de hyperpop, donde Chenta desarrolla otro ejercicio marca de la casa: reconocerse en un mundo digital y deconstruirse a través de él. Ironizar de ese mundo digital en el que se ha visto crecer involuntariamente, en apenas 2 minutos. Y hablando de ironía, llega “pólly dé hácéndádó / lá gállíná cápónátá”, otro ejercicio de fantasía melódica y arreglos imposibles que termina en un loco collage con infinidad de sonidos y efectos. Activismo sonoro, más evidente que nunca. Y para acabar, otro ejemplo de habilidad con los juegos vocales, entre la copla y el gospel, “dé dóndé víénés / ní dé áqúí ní dé állá”. Y ahí suelta perlas como: “¿De dónde, dónde, dónde vienes de verdad? / ¿De dónde son tus padres? / ¿Qué pone en tus papeles y en tu documento nacional de identidad? / … / Pues la verdad es que no soy de aquí ni soy de allá”. Renovación de estilos, empujar los límites, jugar con el cariño y el cinismo...
Utilizando recursos y elementos como el uso de la voz de un generador text-to-speech chino que habla en español, la utilización de instrumentos chinos glitcheados hasta que llegan a ser irreconocibles, el procesamiento extremo de frecuencias, con una portada a modo de collage realizada por Chenta con fotos de Neelam Khan Vela (otro de los nombres fundamentales en este proyecto) y con la importante labor en la mezcla y la masterización de su inseparable Ignacio Redard. Putochinomaricón ha desarrollado un lenguaje musical que abre nuevos espacios artísticos. Que conecta con el conceptualismo del pop art como no lo había hecho nadie antes, con el existencialismo, la discriminación, y lo hace desde principios sonoros, no exclusivamente verbales. Una vez más, un hecho inusitado, un impacto que nos llevará décadas asumir, un ejercicio que Chenta está haciendo una y otra vez cada pocas semanas. De hecho, en unos cuantos días llega la segunda entrega de “SMHD”: “Pasadas De Moda”. Pónganse los cinturones.
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