El cantante y productor nos narra su personal viaje a través del flamenco y el folclore andalusí que encuentra la ruta del bakalao, el sonido mákina y el nu-rave su mejor aliado.
Tras tres años desde su primer álbum “El Desarraigo”, Alan abandona la oscuridad del techno-flamenco para abordar con diez canciones, en su mayoría de corte pop, un disco entendido como un viaje de rompepistas que van desde “Coches de Choque”, “Vértigo” o “Jambo”, que nos trasladan a un universo cargado de folclore en entornos futuristas y neobakalas.
Alan Neil bien podría ser la mezcla de una rave en el polígono de Vallecas con la semana santa andaluza. “Rave Flamenca” ha sido producido y compuesto gran parte de su contenido musical por Alan, un proyecto que también ha contado con la firma del productor alicantino Toyzz y el madrileño Elías Más en algunos de sus tracks. En la parte más técnica también ha contado con la mezcla de Antonio Narváez (Dellafuente). Y finamente, el artista 3D Amets del Río ha sido ejecutor de la visión del universo que Alan nos propone.
Podríamos dividir el disco dentro de dos mitades, en el primero lo quinqui y lo urbano se unen para darnos bastante movimiento desde el primer segundo, comienza la liturgia de la fiesta con hitmakers como “Jambo”, “Coches de Choque” o “Puñal”, y a medida que nos adentramos en la segunda mitad el artista nos propone universos más futuristas, que no abandonan su particular techno-quinqui, pero que nos aportan matices de experimentación electrónica y deconstructed club que se reflejan en temas como “Bar Toro (Pasaje)” o “Jaleo”.
Alan Neil se convierte en guía para adentrarnos tanto en la liturgia de la fiesta como en la propia evolución musical de la electrónica.
“Rave Flamenca” es la culminación de un viaje sonoro, en las que las influencias de la ruta del Bakalao, el flamenco de formación y la experimentación electrónica. Con Alan Neil nos adentramos en la noche de Madrid, Barcelona e incluso Berlín como una liturgia.
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