lunes, 2 de noviembre de 2020

Mourn publican “Self Worth”


El álbum más empoderante de Mourn ya está disponible en todas las plataformas digitales y en formato LP en la discografica SubterfugeShop. 

Desde el lanzamiento de “Sorpresa Familia”, su bullicioso disco de 2018, que fue elogiado por Pitchfork como su recién descubierta madurez de la canción sin sacrificar la energía juvenil y NPR diciendo partes iguales de alegría y rabia, Mourn han tenido que hacer frente a adversidades.  


Mourn creció y eso es evidente en las canciones que componen “Self Worth”. Sus melodías, enérgicas y cautivadoras, se aventuran en terrenos más escarpados y sus letras muestran su nueva disposición para abordar temas de diferente peso y tamaño. 


Su recorrido fue prematuro: grabaron su álbum debut cuando aún eran menores de edad, en 2014, y comenzaron a cosechar elogios y a sumar seguidores. Sacaron dos discos más: “Ha, Ha, He” en el 2016 y “Sorpresa Familia” en el 2018. Y se volvieron intercontinentales, con giras por Norteamérica, Europa y Japón. Un sueño indie hecho realidad para Jazz Rodríguez y Carla Pérez Vas, ambas nacidas en 1996 en El Maresme, Cataluña, donde se volvieron inseparables al final de la escuela secundaria. Aún hoy preservan ese lazo. No es para menos: sus voces y sus guitarras, combinadas, son combustión pura. 

Ese itinerario, por supuesto, también tuvo adversidades. La banda no es la misma. El mundo tampoco. 


Las chicas crecieron. Y eso se advierte en las canciones de “Self Worth”. Sus melodías, enérgicas y atrapantes, incursionan en terrenos menos allanados. Y sus letras evidencian que ahora están preparadas para abordar temas de otro peso y calibre. 


Self Worth” comenzó a gestarse en la primavera del año pasado. Por entonces las cosas no iban bien con el baterista. En mayo, una vez liberadas del “mal rollo”, Jazz y Carla se refugiaron durante una semana en una casita en la montaña, cerca de los Pirineos, en Francia, para empezar a proyectar su próximo álbum. Allí, sin móviles y sin internet, se dedicaron a escribir y a grabar demos. Asomaron nuevas melodías, letras y líneas de guitarra. Volvieron a Cataluña, donde esperaban Leia Rodríguez, bajista y hermana de Jazz, y Víctor Pelusa, el nuevo baterista. 


Escucharlas cantar entre lo melódico y lo catártico, con ese arrojo emotivo, imponente y vital se vuelve casi un acto mágico, químico, definitivamente magnético. La música como descarga es parte de la naturaleza de Mourn 


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