Hay artistas que enfocan su carrera en satisfacer las ansias musicales del público general. Nombres que pueblan titulares, que son cabezas de carteles de festivales y que copan los listados radiofónicos. Sin embargo, hay otros que figuran en letra pequeña, pero que plantean su creación musical como un viaje, una indagación, un periplo vital, una experiencia.
Es decir, entienden la música como un arte y así lo transmiten. Y son ellos los que tienen la capacidad de modificar el devenir de la historia del pop, de escribir los grandes hitos que sólo el tiempo les reconocerá y de transgredir los estereotipos que insisten en convertir hoy al arte sonoro en un gran entretenimiento.
Ibon Errazkin es la mayúscula de estos nombres con minúscula. Lo ha demostrado con Aventuras de kirlian, Le mans, Single, con sus discos en solitario y con sus muchas colaboraciones. Lo ha demostrado produciendo a Carlos Berlanga (“Impermeable”), a Ana D (“Satélite 99”) y a Nosoträsh (“Popemas”). Pero, sobre todo, lo ha demostrado haciendo arte a golpe de nota y en cada cosa que viste sus lanzamientos, desde las portadas de Javier Aramburu (¡qué fortuna poder seguir disfrutando de ellas!) hasta los videoclips.
Celebramos la llegada de su próximo álbum con este single de adelanto que incluye dos de las canciones que pertenecen a esta nueva referencia. “Nubes” y “Lamento” confirman todo lo dicho. Son canciones que deambulan entre lo costumbrista y lo inspirador, entre lo minimalista y lo clasicista, entre lo mediterráneo y lo lírico, entre Nino Rota y Erik Satie. Son canciones que acarician y emocionan usando meramente las hechuras más puras de la composición: texturas, melodías y armonías mezcladas y manejadas con la magia de un genio que no necesita artificio.
El videoclip que acompaña a este lanzamiento, dirigido por Antonio Morales, rodado por Dani Lisón y montado por Dani Aránega, es una delicia. Es el primero de una serie de videoclips rodados en Tánger e inspirados en la obra del director malayo Tsai Ming-Liang. Una walking meditation en la que podemos ver a Ibon en distintos lugares de Tánger demostrando que los silencios pueden decir muchas cosas y que, desde un punto de vista expresivo, menos, es más.
En breve tendremos con nosotros el nuevo larga duración de uno de esos nombres únicos e irrepetibles de la historia del pop en nuestro país. Un disco grabado por Ibon, mezclado con la ayuda de Lorenzo Matellán y masterizado por Xavier Alarcón.
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