36 años después de la victoria de Celine Dion en Dublín 1988, el país vuelve al olimpo eurovisivo. Esta vez de la mano de Nemo Mettler, su representante en Malmö 2024. El cantante de 25 años ha conseguido el micrófono de cristal gracias a “The Code”, una canción autobiográfica en la que narra su viaje de autodescubrimiento y aceptación, en el que abraza su identidad no binaria y cuestiona las normas de género tradicionales. Con una letra honesta y una melodía envolvente, el artista, convertido ya en un referente para la comunidad LGTBI+, se cuestiona su lugar en el mundo.
Nemo ha ganado Eurovisión 2024 para Suiza con 591 puntos (365 puntos del jurado y 226, del televoto). El suizo ha recibido la máxima puntuación por parte de los jurados con un total de 365 puntos, mientras que los espectadores le han dado un total. El suizo ha convencido a más que jurados que nadie en la final, batiendo récord tras recibir 22 veces los famosos '12 points'.
"This story is my truth" (Esta historia es mi verdad) ha cantado alto y claro el suizo durante su actuación, precisamente esa verdad, la de ser una persona no binaria, es con la que ha ganado el certamen. "¿Dónde pertenezco? Si no encajo ni en los ceros ni en los unos, ¿Dónde está mi lugar?", canta el artista. Con la frase "Welcome to the Show", el flamante ganador de Eurovisión ha arrancado su actuación y nos ha invitado esta noche a un viaje introspectivo en el que asegura haber bajado al mismo infierno y regresar para encontrarse a sí mismo y romper con los códigos: "Ahí es donde encontré mi reino".
A pesar de la feroz competencia de la noche, la propuesta helvética, que ya partía como una de las grandes favoritas de la edición, se ha acabado imponiendo y cautivando tanto a la audiencia como al jurado. Durante los tres minutos de actuación, el abanderado suizo ha mezclado distintos géneros musicales: desde el rap hasta la lírica, pasando por el pop y poniendo de manifiesto su prodigiosa voz y virtuosidad. Su escenografía, arriesgada, innovadora y experimental, no ha dejado indiferente a nadie. Sobre una plataforma circular en forma de peonza ha interpretado “The Code”. En ella ha trepado, saltado y deslizado con una fluidez y delicadeza que deja sin aliento. Un despliegue físico que no ha afectado en absoluto a su impecable interpretación vocal, demostrando una vez más su talento.
El código que Nemo rompe en su canción simboliza las normas sociales y las expectativas de género que lo han reprimido durante tanto tiempo. La imagen de una peonza ejemplifica, de manera magistral, esta lucha interna: Nemo se mueve constantemente sobre ella, buscando su equilibrio, representando su búsqueda de sí mismo. El collar en forma de peonza que lleva durante toda la actuación refuerza este simbolismo, representando la represión impuesta por las estándares sociales. Sin embargo, al final de la canción, cuando finalmente encuentra su equilibrio y grita "he roto el código", se arranca el collar con las manos, simbolizando su aceptación personal.
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