Azaralú se lanza al frente de su propio proyecto con su álbum debut y nos invita a recorrer un camino donde la música es transformación y el movimiento, identidad.
Despues de acompañar durante los últimos años otros proyectos artísticos como tecladista y corista pasando por escenarios importantes emergentes (Teatro Vorterix, Niceto club, Camping, entre otros) compartiendo escenario con artistas como Vale Acevedo, Mora Fisz, y Luca Bocci, entre otros, Azaralú está listo para dar a luz su álbum debut “Zapasss 01”.
Animándose a experimentar con distintas texturas musicales, manteniendo siempre una identidad clara y visceral. Con momentos crudos y catárticos como en “Inspiración Santa” o “Baila”, y otros más íntimos y delicados como en “Tonight” o “Bellaka sin mí”, logrando una obra diversa, pero cohesionada por una misma búsqueda.
En su portada y su nombre, las zapatillas gastadas son una representación del movimiento, del desgaste propio del caminar en la búsqueda de sentido de sí mismo y hacia los demás, como antítesis de lo nuevo y vistoso, las Zapasss cortajeadas y sucias nos invitan a adentrarnos en este camino que el artista fue recorriendo hasta encontrarse.
Un gesto que se aleja de lo nuevo y lo perfecto para abrazar lo real, lo vivido, lo imperfecto. “No tenemos que esperar las condiciones ideales para ponernos en acción”, parece decir el artista a lo largo del álbum.
“Zapasss 01” se construye como un collage de vivencias y paisajes internos que se entrelazan con un fuerte compromiso social y político.
Cada canción es una postal sonora que refleja lo que nos atraviesa como sociedad, pero también ahonda en lo más profundo de la existencia.
Este debut discográfico no llega para encajar, sino para pisar fuerte en una escena musical que necesita nuevas voces auténticas y sin filtro. Azaralú lo logra con sensibilidad, potencia y una claridad artística que conmueve.
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