“Gallo Negro” (Flor y Nata Records), el nuevo álbum de Villanueva, trae consigo una obra que invita a explorar las profundidades de la música de raíz latinoamericana, con la producción impecable de Juanma Latorre, guitarrista de Vetusta Morla, quien ha sabido capturar la esencia inquieta y diversa de este álbum.
Este disco representa el regreso de Villanueva a los escenarios tras haberse posicionado como uno de los cantautores más relevantes de su generación con discos como “Cuarto de invitados”, “Zoo para Dos”, y su debut “Viajes de ida”.
Pero ¿Por qué Gallo Negro? En la tradición de santería y chamanismo de algunas culturas latinoamericanas, el “Gallo Negro” representa una especie de maldición, un oscuro presagio que aquí Villanueva convierte en un poderoso símbolo narrativo.
Cada canción es un capítulo en la travesía de un personaje que se enfrenta a sus propios demonios y redescubre la fuerza de sus raíces y de su entorno. Desde los ritmos fronterizos hasta la cumbia rockera, la chacarera, el huapango y la ranchera, el álbum despliega un tapiz sonoro donde el folklore se mezcla con una modernidad enérgica y visceral. La composición y las letras, escritas por Villanueva en Ciudad de México, Madrid y Alicante, son testimonio de un proceso de creación libre de prisas y cuidadoso en cada detalle. Esta burbuja creativa de dos años ha permitido al artista construir una narrativa cohesionada, hilada por temas de lucha interna, redención y, sobre todo, resistencia. Desde el discurso lírico hasta la propuesta musical, Gallo Negro ha sido diseñado para transportar al oyente a un imaginario único.
El single que da título al disco, “Gallo Negro”, es una cumbia que coquetea con el rock y evoca la rebeldía de los mejores momentos de Mano Negra. La canción resuena como un canto de batalla, donde el protagonista enfrenta una especie de hechizo que debe exorcizar, recordándonos que esta maldición es, en realidad, un reflejo de nuestras propias sombras. Cada estrofa captura la esencia de este viaje introspectivo y surrealista, mientras el sonido, marcado por guitarras enérgicas y percusiones vibrantes, envuelve la historia con una intensidad que retumba.
Para llevar “Gallo Negro” a los escenarios, Villanueva cuenta con una banda de músicos experimentados y talentosos: Fran Guirao, exbaterista de Second; Pepe, trompetista de Miguel Campello (El Bicho); Edu Martínez, teclista de Sidonie; y Helios Sánchez, bajista de Noise Box. Juntos, crearán una experiencia en vivo que promete transmitir la potencia y autenticidad de este disco.
“Gallo Negro” no solo es un homenaje a la riqueza de las tradiciones orales y musicales de América Latina, sino también una reinterpretación moderna y feroz que demuestra la versatilidad y el compromiso de Villanueva con su arte.
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