Oscar Rodríguez, conocido artísticamente como Oscar de Álamo, irrumpe en la escena musical con dos sencillos que son una auténtica exploración de la sensibilidad humana: “El amor es como lo harías tú” y “Dulce extrañeza”.
Este joven artista, nacido en Valencia, Venezuela, en 2001, nos lleva en sus letras y melodías por un viaje introspectivo en el que se entrelazan el arte y su vocación como psicólogo. Su historia musical, sin embargo, no es reciente: desde los seis años comenzó en la sinfónica, una experiencia temprana que sentó las bases de su relación con la música. Después de varios cambios de residencia, fue en la pandemia de 2020 cuando encontró en la guitarra un refugio creativo, convirtiéndola en su fiel compañera y desarrollando de manera autodidacta un estilo propio.
“Dulce extrañeza” nos adentra en un territorio más íntimo, explorando la nostalgia y el asombro ante el cambio. Este tema destaca por su melancolía contenida y la manera en la que Oscar juega con el contraste entre dulzura y extrañeza en el sonido. La melodía se desliza en acordes suaves, mientras que la voz transmite una profunda sensibilidad, explorando la dualidad de aceptar y recordar los momentos que nos han transformado.
Oscar de Álamo usa la música no solo como un canal de expresión, sino también como un proceso de autoconocimiento, invitando a sus oyentes a un espacio de reflexión y serenidad. Su enfoque no es el de una producción sobrecargada; en su lugar, busca una autenticidad que nos recuerda a los grandes cantautores introspectivos. Su música, influida por sus estudios de psicología, se convierte en una exploración emocional, una herramienta para desahogar y procesar la vida.
Desde su residencia en las Islas Canarias, Oscar promete seguir compartiendo piezas de un proyecto personal que ya empieza a destacar, y que, sin duda, conectará con aquellos que buscan en la música una verdad y una emoción real.
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