María Blaya pone voz a tus problemas, y también a los de todas tus amigas. Con su producción minimalista a la par que envolvente, Blaya registra una nueva canción en la hipnótica aura que rodea todos sus temas: “Spiky” tiene dosis de new-pop y R&B ultraprocesado, pero es ante todo un paisaje magnético, estimulante y narcótico. La murciana practica la brujería sónica y es capaz de hacer mucho con casi nada. Así, la sobriedad en sus elementos no se percibe como sencillez, sino que logra una atmósfera cargada en cualquiera de sus capas a través de un sonido transparente y cristalino: “cuanto talento que llevo dentro para que suene clean” canta la murciana. Efectivamente, Blaya limpia en la esquina más remota antes de dar algo por finalizado.
Por ello, “Spiky” hace honor a su nombre de pila: es puntiaguda como una aguja y afilada como un cuchillo, porque la luz blanca también ciega y el hielo también quema. Con una cara oscura a la que el sol no alcanza y un camino abrupto y lleno de matices, María es versátil, ecléctica y siempre guarda algo de opacidad en lo diáfano de sus composiciones. Sus saltos percusivos y sus graves hipersintetizados se mantienen dentro de esa escena ibérica y vanguardista de la nueva canción pop, pero a su vez se corona como la reina del tumblr-core en español. La producción corre a cargo de Asmus Harm y la mezcla y el mástering han sido realizados por Alex Ferrer. Es lo más parecido a bañarse en el curso alto de un río helado.
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