Judeline se ha convertido por derecho propio en la artista emergente más prometedora de España y uno de los grandes nombres de la música joven en español a nivel mundial. La artista de Caños de Meca, Cádiz, ha logrado atraer la atención de la prensa especializada; las marcas más importantes del mundo y de popes de la industria como Tainy, mientras cultivaba junto a sus compañeros de generación, como sus colaboradores habituales Mayo y Tuiste, o los miembros de Rusia-IDK, una renovación de la escena nacional en España.
Todo esto con apenas una docena de canciones en la calle, y antes de estrenar su álbum debut. En los últimos meses, precisamente, Judeline ha comenzado a lanzar adelantos de lo que será su primera obra de larga duración. A los ya conocidos “INRI” y “mangata”, ahora se suma “zarcillos de plata”.
“Zarcillos de plata” es una canción arrebatadamente hermosa, producida, como es habitual por Mayo y Tuiste, en este caso junto a Rob Bisel, Fwdslxsh y Simon Hessman, esta vez desde la sencillez de una guitarra que conduce y unos arreglos corales que nos envuelven en una historia de un amor complicado, marcado por la noche, las idas y las vueltas, y a donde se asoma la rutina como una máscara con la que se oculta la probable imposibilidad de estar juntos.
El universo que habita Judeline en “zarcillos de plata” es el mismo que ha estado construyendo con sus últimos sencillos, ligando así su música a una idealización estética de su tierra natal.
Judeline firma con “zarcillos de plata” su canción más románticamente explícita hasta la fecha. Una balada de pop alternativo que demuestra que Judeline sabe brillar alejándose de la tendencia y que le sirve para abrir una ventana más a su álbum debut que verá la luz en próximamente.
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