Todo era más fácil cuando éramos niños. Las emociones, más intensas. Los problemas, más banales. Llegar a casa del colegio, comer viendo la serie animada del momento, realizar las tareas, hablar por teléfono durante horas con los amigos a los que habías visto esa misma mañana. Amar también era más fácil. No había miedo, solo instinto. Reír, llorar, correr sin pensar en el mañana, o en si te vas a caer de bruces contra el suelo.
“Niños” es el nuevo single de La Texana, con un disco debut en vísperas de ver la luz. Su nuevo tema encapsula la esencia nostálgica del proyecto, que por momentos parece haber sido concebido en blanco y negro: habla de aquellos vínculos emocionales que parecían más fáciles cuando venían de la mano de la curiosidad infantil.
“Al final somos dos niños que corrimos, y nunca nos pasó nada por llorar” canta Josué en el estribillo de la canción. Porque querer a veces duele, pero el niño que se cae y se raspa la rodilla contra la arena del parque se levanta y sigue corriendo como si no hubiese pasado nada. “Niños” es un recordatorio de que el amor, en su forma más pura, es así: impulsivo, honesto, intenso. Un amor que no piensa en las consecuencias.
Con su nuevo single, La Texana vira hacia un folk-rock de índole americana sin perder su esencia post-punk. De algún modo, se cierra un círculo, pues parece una canción country nacida en el estado de Texas. Viene acompañada de un videoclip protagonizado por Ilka: novia de Josué y vocalista del dúo shoegaze te vi en un planetario.
El tiempo nos arrastra, nos empuja a la marea de la vida adulta, pero en lo más hondo de nosotros sigue latiendo aquel niño que un día fuimos. “Niños” es un susurro al oído de la memoria, una invitación a correr sin miedo, a sentir sin barreras, a amar con la misma intensidad de antes. Porque, al final, nunca nos pasó nada por llorar.
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