Fon Román ya tiene a la venta su nuevo trabajo discográfico titulado “La chispa, la llama y el humo”.
Llevábamos ocho años sin tener noticias discográficas de Fon Román, Después de su paso por Piratas, donde fue guitarrista y compositor, se embarcó en Trash of Dreams, un proyecto de carácter experimental que compartió con el músico y productor Suso Saiz. En 2006 despegó como solista con “Silencio cómodo en un jardín descuidado”, al que siguió “Entretelas” publicado en 2011, y tiempo después dejó Vigo, cruzó el charco y se instaló en Ciudad de México. No compró billete de vuelta, pero ahora regresa a nuestro país con un nuevo disco bajo el brazo, “La chispa, la llama y el humo”.
En México pasó una etapa alejado de la composición, tanto, que tardó más de dos años en terminar una canción. El músico Thomas Cathomen, a quien produjo un disco, le empujó a retomar la tarea creativa y trabajar en cientos de ideas sueltas. Animado a ello, dejó la ciudad en busca de un refugio donde dar vida a sus nuevas canciones. Allí se enfrentó al miedo irracional de estar absolutamente solo en mitad de un bosque y brotaron canciones como “El equilibrio es posible” o “La chispa”. Esta última le dio la pista para crear el concepto del disco.
“La chispa, la llama y el humo” es un homenaje a la vida en sus diferentes fases: el inicio (la chispa), el tiempo que pasa (la llama) y lo que se extingue (el humo). Tres símbolos que sujetan un disco minimalista y sobrecogedor en el que expone una mirada nueva y serena arropada por una musicalidad en la que siguen presentes sus cuidadas guitarras, entremezcladas inconscientemente con otros ritmos. Sobre su mesa se apilaban discos de Radiohead y Wilco junto a los de maestros como Serge Gainsbourg, Phil Spector o Frank Sinatra, que de alguna forma han marcado el enfoque clásico de la tímbrica y los arreglos de este disco. Y para grabarlo se ha apoyado en el productor Gustavo Guerrero y se ha rodeado de músicos de México, Argentina, Cuba o Venezuela, una amalgama de procedencias que se han filtrado inconscientemente en las composiciones.
Dice Fon que las once canciones que conforman su tercer disco tienen ese punto de corazón abierto, unas letras muy directas, una parte bastante luminosa. Quizá por eso en la fase de grabación se sentía a flor de piel. Muchas de esas canciones ya han aparecido en las redes sociales en versiones acústicas con Zahara en “La chispa”, Iván Ferreiro en “El equilibrio es posible”, Coque Malla en “Territorio herido” o Izal en “La llama”. Hoy “La chispa, la llama y el humo” ve la luz en España y el año que viene el disco cruzará también el charco para sonar en el país donde fue gestado. Una soledad que atesta las grandes ciudades y que él combatió abriéndose a los demás, gestando un disco introspectivo pero luminoso, en el que relata más de una batalla desde la calma y el equilibrio. Un álbum sereno y cálido. Como reflejan sus canciones, al final Fon ha encontrado el equilibrio y, de paso, a sí mismo.
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