Los vestigios de un amor insuperado son la inspiración de esta composición verdadera, reflexiva, y sentida. Con la esencia más pura del flamenco, en una versión muy calmada pero profunda, el artista malagueño nos enseña la otra cara del amor.
Tras el lanzamiento de “La Madrugada” con el artista internacional francés, Mayel Jiménez, canción con la que Sami difundía sus raíces flamencas y gitanas, y enseña al mundo entero su capacidad para seducirnos y animarnos al mismo tiempo que fusiona ritmos de géneros diferente. Sami Duque aparta sus sonidos electrónicos que invaden sus canciones para enseñarnos con mucha sutileza un mensaje realista pero muchas veces ocultado: la injusticia del amor.
El cantante malagueño se ha convertido en una de las figuras emergentes más destacables del “flamenco urbano”. Su “¡95 ah!” y “Las solteras pa mí” ya invaden las calles de muchas ciudades de nuestro país. Con esta canción Sami demuestra su sonido más puro y natural.
El lanzamiento viene acompañado de un videoclip dirigido por YoungGroup y producido por Catbeats en el que Sami Duque desde un palacio de Málaga retrata los primeros sentimientos en plena transición emocional, dónde la voz se diluye con una instrumental serena y emotiva.
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