El artista mallorquín presenta un disco conceptual sin colaboraciones, donde el folk nostálgico y la narrativa emocional se entrelazan para reflexionar sobre el amor, la ruptura y la identidad
Xavibo publica “No te enamores”, un disco que marca un punto de inflexión en su trayectoria. Tras una serie de adelantos que ya dejaban entrever el giro artístico del proyecto, el artista mallorquín entrega su tercer trabajo de estudio: una obra profundamente íntima, construida desde la introspección, con una estética sonora que bebe del folk americano y del cantautor contemporáneo.
En este nuevo álbum, Xavibo decide prescindir de colaboraciones para crear un universo personal y reincidir en uno de los ejes conceptuales del proyecto: la soledad. “No te enamores” no solo habla de relaciones sentimentales, sino que propone una reflexión más amplia sobre las estructuras que las rodean: el ego, la soledad, la presión social, las cuestiones sobre amor romántico y la búsqueda de una identidad personal más allá del vínculo.
El disco recoge la melancolía y la honestidad emocional que siempre han caracterizado su música, pero da un paso más en lo conceptual. Con influencias claras de artistas como Bon Iver, el sonido se construye sobre bases orgánicas —guitarras acústicas, cuerdas reales, texturas ambientales— que remiten a la música que marcó su adolescencia. Este regreso a lo esencial es también un acto de memoria y reconexión.
Uno de los momentos más significativos del álbum llega con “Niguls”, una canción en catalán que conecta directamente con las raíces del artista. En ella, Xavibo hace honor a su herencia paterna, cantando sobre el extrañar y la distancia en su idioma natal. Con toques folk, arreglos de vientos y percusión idiófona, “Niguls” aporta uno de los momentos más especiales de un álbum que brilla por sus múltiples facetas.
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