Suzete lleva tiempo apostando por un proyecto artístico profundamente personal y centrado en una búsqueda de identidad. Con su álbum debut previsto para este año, la artista traza un recorrido de regreso a sus raíces africanas, marcando una relectura de los códigos del pop desde una mirada femenina originaria del continente.
Tras singles como “Paraíso” o “Machuca”, llega “Damalabú”, el penúltimo adelanto del disco. Una canción inspirada en la expresión en wolof “Dama la bëgg” —“te amo”— que funciona como metáfora central de una historia de amor atravesada por el choque cultural, religioso y social. El wolof, lengua hablada principalmente en Senegal y otras zonas de África Occidental, también conecta con uno de los referentes musicales que definen la canción: Akon.
En un guiño personal, la artista canaria transforma su voz en el estribillo referenciando, a través de un efecto de pitch shifting, el estilo de “Lonely”, hit que marcó a toda una generación. Akon, además, es senegalés como el wolof, y Senegal es también la cuna del Láamb, un deporte tradicional que se practica en la arena, igual que la lucha canaria. Suzete recupera esa conexión cultural en uno de los versos más potentes del tema: “todos luchan en la arena, pero sabemos que esa no es nuestra guerra” reivindicando el amor como vía de entendimiento más allá de las diferencias.
“Damalabú” ha sido producido por Kickbombo—responsables de éxitos junto a Abraham Mateo o Vicco— y continúa explorando la mezcla entre afro beat, R&B y sonidos tradicionales del continente africano. Un cóctel musical en el que Suzete encuentra no solo su estilo, sino su lugar.
Con su futuro disco, Suzete no solo busca consolidarse como una de las voces más prometedoras del nuevo afro pop en España, sino también abrir la puerta a una conversación: la falta de representación en la industria musical y la necesidad de construir espacios donde nuevas narrativas y otros géneros tengan cabida en el mainstream.
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