Sidonie pone música a la melancolía con “Cançons que maten”

Imaginemos la conversación entre un homínido y una canción. Se cruzan en una esquina y la canción dice una frase que el homínido no entiende del todo. Entonces este le suelta: “¿Que si quiero o que si tengo?”. 

No se refiere a ninguna droga, sino a la tristeza, claro, pese a que ambas cosas comparten un componente de adicción. Es una de las grandes preguntas de la humanidad: “¿Escucho música pop porque estoy deprimido o estoy deprimido porque escucho música pop?”. La formuló Nick Hornby en Alta Fidelidad y la recogen Sidonie en esta canción.  

El personaje mira durante una hora el tráfico por la ventana, como quien mira una lavadora de colores. Le han dejado solo, pero no sabe si esto le afecta. Solo se puede aclarar poniendo una canción que mata para estar seguro o para sentirse vivo: “L’agulla cau al disc i començo a sagnar” (“La aguja cae en el disco y empiezo a sangrar”). 

“Cançons que maten” empieza con una vocal triste, un coro en “u”, y después aparecen los acordes menores. Los acordes menores son el termostato que enfría la temperatura de la tristeza, también son como una mala mirada que marca tu día. 

Nos encantan las canciones tristes para lanzar alcohol en la herida y gasolina al fuego de las tristezas no muy definitivas. Nos gusta ponernos un tema de acordes menores y letra melancólica, porque en el fondo nos hace sentir a cubierto. La música es la venta a través de la cual miramos la tormenta fuera, pero nosotros estamos dentro del coche o en casa. No solo no nos resfriamos, sino que nos sentimos afortunados por no estar físicamente empapados. 

Entonces, cuál es la respuesta: ¿es antes la tristeza o la música, que si quiero o que si tengo? Hace poco, la hija de cuatro años me preguntó: ¿qué existió primero, un hijo o un padre? Son preguntas imposibles de contestar y solo porque no tienen respuesta son tan esenciales y bonitas. 

De hecho, las tristezas son fotogénicas y tolerables gracias a las canciones tristes. 

Los Sidonie son un grupo enérgico y vital, pero de humor melancólico: el combo ideal para hacer canciones bailables de letra mustia. Con guitarras cristalinas, acordes menores, coros en u, como aquella de los Byrds donde el cantante dice que probablemente se sentirá mucho mejor cuando su amor marche: I’ll feel a whole much better, Chen you’re gone. Y las lloreras escuchando una canción pop son como las tormentas de verano: intensas y breves, aportan frescor, regalan vida y prometen un sol radiante cuando marchan. 

MIQUI OTERO