Una historia de desafección, de un dolor inocente, emotivo, en las tiendas y en el Corte Inglés. Algo que nos ocurre a ti y a mí, la gente normal, y que por tanto también padece Marcelo Criminal. El cantautor murciano reincide bajo el signo de aquel epíteto que una vez hace años la asignaron en prensa —“el niño Marcelo”, le llamaron— y que hoy más que nunca le apela directamente.
Marcelo es un llanero solitario de la cotidianidad y también de la imaginación. Cabalga como pocos el realismo mágico de la huerta murciana, dando lugar a delirios ficticios y magnicidas como en “El Día que Murió Pedro Sánchez”. De la misma manera, es capaz de esbozar un Ecce Homo profano de sí mismo, nada más y nada menos que retratándose como “la pesadilla de Karl Marx”, por necesitar mucho y casi no poder aportar (así lo canta en “Miedo a Salir de Noche”).
Con el single “Nueva Sinceridad”, una canción sencilla y melódica, también recurre a un pasaje freudiano y aprensivo, casi infantil, de burlas y risas pero que se sabe, definitivamente, destructor y nihilista aun apoyándose en una esperanzadora segunda persona del singular.
Estos tres cortes forman parte del triple adelanto, tríptico que nos aproxima en forma, fondo y espíritu a “La Última Casa de Apuestas”, el próximo larga duración de Marcelo Criminal, que será publicado por Sonido Muchacho el día 29 de este mismo mes.
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