Elena García publica su primer álbum largo “Ni tan mal”, donde exploran los límites del pop con la honestidad emocional que ya llevan por bandera en sus letras.
Desde una óptica contemporánea y con un sonido que transita por diferentes variantes del pop, siempre acompañado de los giros aflamencados de la inconfundible voz de su líder, la banda sigue constituyendo su universo sonoro propio en este debut.
Este disco es mucho más que una simple carta de presentación del proyecto; es un paseo por el campo que va desde la lluvia que nutre a la tierra que brota de ella. Reflejando el caos que supone la vida en nuestros días, la banda propone en este repertorio buscar la paz en el mismo y entregarnos a la vulnerabilidad, redención y belleza que supone no tener las riendas de todo lo que nos rodea.
Producido por la propia banda y su habitual escudero Carlos Dueñas, en “Ni tan mal” conviven los beatos y ritmos urbanos con atmósferas más introspectivas llenas de melodías luminosas.
Y, cómo no, la especialísima voz de Elena García, que golpea y abraza al oyente a partes iguales. Los protagonistas de esta nueva propuesta son los sintetizadores cálidos, los bajos eclécticos y las guitarras íntimas que abarcan las delicadas y sensibles letras de las canciones que la completan.
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