Jader avanza como quien sabe que el camino apenas empieza, pero ya late con una convicción luminosa.
El artista venezolano, que dejó atrás su vida en las Islas Canarias para apostar por Madrid como epicentro de nuevas oportunidades, acaba de estrenar “Lo que no(s) pasó”, su primer EP y también su carta de presentación más honesta y ambiciosa hasta la fecha.
Desde que comenzó a componer en 2018, aquel joven de 18 años que escribía para otros sentía que la música le pedía algo más. En 2021 dio el salto como cantante, un salto que no nació del impulso, sino de la certeza callada de quien quiere dejar huella en un género donde cada historia importa. Su crecimiento en Canarias fue su primer territorio de conquista: allí se fue haciendo nombre, ganando respeto y perfilándose como una promesa capaz de moverse con naturalidad entre el reguetón, el trap y las pulsaciones latinas que atraviesan su identidad.
El traslado a Madrid no fue un capricho, sino un gesto de estrategia y deseo. La capital, con su bullicio creativo, sus estudios abiertos a cualquier madrugada y ese imán que solo tienen las ciudades que nunca descansan, se convirtió en el escenario que Jader necesitaba para crecer. Aquí ha encontrado nuevas sinergias, productores afines, artistas con los que soñar proyectos y una energía que empuja hacia delante. Madrid es, para él, la rampa de lanzamiento hacia una etapa más grande.
En ese contexto nace “Lo que no(s) pasó)”, un EP de cinco canciones que funcionan como un relato emocional hilado con precisión: la euforia del comienzo, la distancia que desgasta, el reencuentro con el amor verdadero, las dudas que trae la fama y una despedida agradecida que no suena a final, sino a evolución.
Es un proyecto que revela la capacidad narrativa del artista y su habilidad para cambiar de piel sin perder esencia, para caminar entre géneros sin dejar de ser él mismo. Cada pista es un latido, un espejo y un pequeño universo que confirma que estamos ante un creador capaz de mirar hacia dentro y convertir esa búsqueda en música.
“Lo que no(s) pasó)” no solo marca el inicio de una nueva etapa: abre una puerta hacia un Jader más ambicioso, más sólido y más dispuesto a ocupar el lugar que busca dentro de la escena urbana.
Lo que viene —y él lo sabe— es crecimiento, riesgo y una identidad que sigue afilándose con cada canción.

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