La banda CD-13 anuncia el lanzamiento oficial de “Gris”, su nuevo sencillo que ya se encuentra disponible en todas las plataformas digitales.
Desde Granada, Blas e Isma han conseguido dar forma a un proyecto que nació entre colegas, sin pretensiones, pero con una sensibilidad especial para el sonido crudo, emocional y envolvente que caracteriza a la nueva generación del noise-pop.
Este estreno marca una evolución significativa en la trayectoria del grupo, presentando una propuesta sonora más madura, cohesionada y cargada de matices emocionales.
“Gris” nace de la experimentación colectiva de la banda, alejándose de las estructuras convencionales para sumergirse en una atmósfera noise-pop.
La canción destaca por el diálogo entre sus instrumentos, donde las capas de guitarras y una base rítmica sólida crean el lienzo perfecto para una lírica introspectiva.
El single explora la ambigüedad de las emociones humanas y esos estados de transición donde nada es definitivo.
Tras recorrer diversos escenarios y pulir su identidad, CD-13 demuestra en este tema una madurez técnica y creativa superior.
La producción de “Gris” ha sido un trabajo meticuloso que resalta la personalidad de cada músico, logrando un equilibrio entre la potencia del directo y la sofisticación del estudio.
Lo que empezó como un experimento entre amigos se ha convertido en una banda con identidad propia. CD-13 bebe de influencias tan potentes como Smashing Pumpkins, My Bloody Valentine o Turnstile, pero las filtra por una mirada muy personal, marcada por el contraste entre la energía desbordante y la melancolía más pura.
Su música es ruido con intención, intensidad con emoción, distorsión que acaricia y hiere al mismo tiempo.
En 2026 preparan el lanzamiento de su nuevo disco, un trabajo que promete consolidar su sonido: una mezcla de guitarras afiladas, bajos que retumban y letras que oscilan entre la frustración, el amor y el desencanto. Todo con una actitud honesta, directa, sin artificios: lo que ves es lo que hay.
CD-13 son, en sus propias palabras, “una banda de xavales ruidosos, tristes y sentimentales”. Y precisamente ahí está su magia: en convertir esa intensidad emocional en canciones que te atraviesan.
Un grupo que no busca sonar bonito, sino sonar real.
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