“Camerino” es un hibrido latino a caballo entre el reggaetón y la bachata. Nico B. es un experto del collage, maestro a la hora de normalizar combinaciones que en cualquier otro artista podrían parecer fruto del daltonismo. Su nuevo single es melón con jamón, o ese placer culpable de mojar las patatas fritas en helado de nata. Así, “Camerino” es una bachata suave, atmosférica y profunda, pero no se queda ahí: sus pianos cristalinos son puro cold jazz, la tímbrica percusiva se acerca al drill, su producción vocal suena a hyperpop y la carga en sus espacios medios se asemeja a la electrónica minimalista francesa. Sus bpm circulan demasiado lentamente como para ser considerado un tema de reggaetón, pues su textura onírica procura una composición sensual y sensible a partes iguales, adscribiéndose a la corriente ambiental e hipnótica de Kali Uchis o incluso Lana Del Rey.
El puzzle no radica solo en la estructura del tema, sino también en su equipo. La composición corre a cargo del propio Nico y Edu Hernández, y a la producción y la mezcla se suma, además, G Lesson. El arreglismo es de Juan Figols, más conocido en la escena como Fresquito. Por último, el mastering es obra de Alex Ferrer. En resumen, el maño no es solo un especialista en su materia, sino que también tiene el mejor olfato: la puesta en común de todas las ideas es lo que hace que “Camerino” transforme su hibridación en virtuosismo.
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