El madrileño se deconstruye en su canción más íntima que habla de tocar fondo, lidiar con nuestros demonios interiores y saber valorarse.
“Pisando Charcos” es la nueva canción de ODDLIQUOR que demuestra estar en una plenitud artística sin límites a la vista. Pero no es solo una composición musical, está concebida como un reconfortante consuelo para quienes afrontan sus problemas más personales de la mejor manera posible. Sobre un marcado ritmo electrónico expone los demonios que aparecen en la soledad, de esos que no hablas con nadie y te hacen reflexionar en un diálogo interior que nunca acaba. La letra es un derroche de emoción que transita por las zonas oscuras del alma para que al mismo tiempo nos aceptemos cómo somos, podamos levantarnos y continuemos aprendiendo a lo largo del camino. Porque, a fin de cuentas, en este desahogo lleno de complicidad y empatía también hay esperanza.
“Más que una canción, es un abrazo muy fuerte, de los que duran más de un minuto” expone ODDLIQUOR. “Es un abrazo a toda esa gente que se ha sentido sola en algún momento, que han sentido que han fracasado, que siente que ha hecho daño a la gente o que llevan muchos años luchando con ellos mismos” comenta el artista madrileño sobre un tema cargado de fragilidad con la que es fácil conectar.
La música de ODDLIQUOR está repleta de contrastes. Si la melodía y letra de “Pisando Charcos” parecen tener un aura de cantautor atormentado, su forma de utilizar sonidos puramente electrónicos. Beben sin disimulo alguno de la escena británica más actual y se revelan como la luz que sirve de guía para mantenernos en pie en el contexto de esta pieza tan intensa. “La electrónica para mí es energía, me evoca esperanza y es de las pocas músicas que me hacen no pensar, fluir, desinhibirme y conectar con el aquí y el ahora” apostilla el joven músico sobre la importancia capital de la instrumental en un sencillo que cuenta con la producción de Khotton Palm y el propio ODDLIQUOR, además de unos arreglos de Tuiste.
“Pisando Charcos” es el segundo adelanto del próximo disco de ODDLIQUOR en el que se observa cierto patrón estético y conceptual que vimos con su anterior single “Hermanita”. Unas pistas que nos indican el camino más intimista de lo habitual plagado de autoconocimiento, donde se mira a uno mismo, pero siempre desde una óptica del amor. “La depresión y los temas mentales no pueden ser un tema tabú, hay que hablar de ellos de manera natural” expone un Marcos Terrones que trae en este mensaje de superación. Un reconfortante abrazo sonoro que te hace saber que no estás solo. Y si hay que llorar, se llora.
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