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lunes, 24 de octubre de 2022

Alberto Gambino publica su nuevo disco “Chancletas”

Seis años después de “Las cosas no cambian”, el valenciano está de vuelta con su quinto álbum, producido por él mismo y co-producido por the beat boy. 

Diez cortes que son un reflejo del artista que siempre ha sido, con letras más gamberras y chulescas, pero con otras que certifican la madurez personal y musical de un artista que sigue queriendo más. 


Vuelve Alberto Gambino y, para celebrarlo, nos invita a todos a su fiesta. Una fiesta que se llama “Chancletas” y que es todo un recorrido por la vida y trayectoria del autor de una de las canciones más escuchadas en España en lo que va de siglo –“Purpurina”-. 


Pero este Alberto Gambino poco tiene que ver con aquel que reventó todas las discotecas de nuestro país allá por 2009. Sigue siendo el mismo, pero 13 años después ha evolucionado su sonido, sus letras y él mismo. Y este disco es la mejor prueba de que ha cambiado -y a mejor-. Un disco de rap en el que hay muchísimo más, porque se atreve con sonidos nuevos, con mensajes muy distintos a los que no tenía acostumbrados, pero tampoco reniega de lo que fue y es, dando también el gusto a sus fans más veteranos con rimas tan macarras como las que se le escuchaban hace más de una década. 


La bienvenida a “Chancletas” nos la da a su manera, con “Que se sepa”, una particular introducción: “A mí lo que más me gusta es meter todo lo que quepa”. Y aquí cabemos todos, así que entren porque no van a querer salirse de esta fiesta hasta que haya terminado. La continuación no podía ser más natural, porque si aún no habías entendido de qué rollo iba esto, “Todos y todas”, esta vez con Pablo Gareta y Mumbai Moon a los mandos, te disipa todas las dudas, te pone a bailar y te incita a pedirte una copa -aunque esta solo será la primera de la noche-. 


Este disco también es un canto a la vida y a la gente con la que elegimos compartirla. A sus luces y a sus placeres, yCuenta conmigo” da buena prueba de que, pese a todo, la vida siempre merece la pena vivirla: “Me da igual lo que digan de mí, si yo no necesito a ninguno para ser feliz”. Y “Vive la vida”, el sexto corte, recoge esta esencia y la lleva al extremo sobre un ritmo tan tropical con un estribillo que solo de escucharlo nos alegra el día y la semana. 

Un disco tan personal que solo cuenta con una colaboración, pero es que realmente no hacen falta más. Y si además descubrimos que el que se ha sumado a esta fiesta no es otro que Bejo, flipamos y lo escuchamos -no necesariamente en ese orden-. En este “Te doy con la chancleta” el canario se lleva para su terreno al valenciano con un tema que recuerda mucho a Locoplaya y en el que la fusión de ambos da lugar a un resultado muy divertido.  

 
Mientras que en “Gravitar” se experimenta con sonidos más actuales de la música urbana para cerrar todo un hit, en “Recuerdos para tu madre” nos vamos una década atrás con el Alberto Gambino más arrogante y provocador que nos da recuerdos, pues eso, para tu madre. Ahí lo llevas. 

 
En el octavo corte se nos pone la “Sangre caliente” con una canción mucho más dance que incluso guarda un parecido sonoro y lírico con el hit de J Balvin y Willy William, “Mi gente”: “Yo le canto a mi pueblo y a mi gente” y nosotros disfrutamos muchísimo con esta nueva faceta. Pero la fiesta se va acabando y toca “Pastilla”, otra mirada retrospectiva, que culmina con la despedida que es “Tiempo”, una de sus canciones más lúcidas plagada de reflexiones sobre media vida en el ruedo de la música. Con ella nos despedimos y salimos de la sala con un muy buen sabor de boca y una frase que retumba en nuestra cabeza: La vida es lo que pasa mientras miramos el WhatsApp”. Disfruten la vida de la manera que quieran, pero disfrútenla. Nosotros lo haremos volviendo a escuchar este disco para volver a sumergirnos en esta fiesta de la que no nos queremos ir. 


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