Bubble Tea And Cigarettes publican su nuevo single “There’s Nothing But Pleasure”

En un mundo de inmediatez, de velocidad, de aquí y ahora, hemos perdido por el camino esas propuestas musicales que te acarician, que te acunan, que parecen acompañar nuestra tristeza y convertirla en algo hermoso. Lo que hacían bandas como GALAXIE 500, RED HOUSE PAINTERS, LOW, COCTEAU TWINS, MAZZY STAR, o los más cercanos en el tiempo CIGARETTES AFTER SEX, WARAHENEGE o Joni. Por eso escuchamos cada novedad de BUBBLE TEA AND CIGARETTES como un regalo, una oportunidad, un viaje narcótico a lo más profundo de nuestras emociones. Cada uno de los cinco singles que han ido publicando a lo largo de poco más de un año los hemos vivido de esta manera, y ahora llega el momento de hacer una gran celebración, porque llega el primer álbum de Andi y Kat, “There’s Nothing But Pleasure”. 

Un lanzamiento muy especial, tanto en formato vinilo como CD y en digital, que incluye esos cinco singles y además tres maravillosos temas inéditos hasta la fecha. Un disco que profundiza en el preciosismo que hay en el silencio, en esa magia de los tempos lentos, que parecen latir al ritmo de nuestro corazón. Donde las voces de Andi y Kat, las reverbs, los delays, las guitarras cristalinas crean una sensación de falsa fragilidad, de que todo se puede quebrar en cualquier momento, de contención, y, por ende, de emoción. Los violines de “Cigarette Butt” (emocionantes); la marcialidad rítmica de “He Asked Me To Quit Smoking” que nos recuerda a algunos de los momentos más tristes de Dusty Springfield; la evocación desértica de “Santa Mónica” que Chris Isaak le hubiera encantado haber compuesto. La perfección melódica, ese arreglo de guitarra y el nombre imposible de “Go Downstairs To The Blue Moon, Buy Some Fried Chicken”, el espíritu fifties de “Leap”, el onirismo nostálgico de “Liz” o la sensación de irrealidad de “5AM Empanada With You”. Con unas temáticas nocturnas y donde el humo de tabaco parece tomar forma sónica, llenas de hedonismo, las canciones disfrutan del gran trabajo en la mezcla de Anthony "Rocky" Gallo (Norah Jones, Cat Power, THE XX, CIGARETTES AFTER SEX, THE KILLERS, THE CLIENTELE…) y la masterización de Greg Calbi (Stevie Wonder, John Lennon, David Bowie, TAME IMPALA, ARCADE FIRE, St. Vincent, PERFUME GENIUS, BLONDIE, Aretha Franklin). 

Y ese “There’s Nothing But Pleasure”, donde sacan su faceta más espacial, evocándonos a un Francis Lai cósmico y sus maravillosas bandas sonoras o a unos BEACH HOUSE en plena efervescencia, un tour de force que crece apenas sin darnos cuenta, y que en apenas tres minutos nos coloca al borde del acantilado. Y miramos hacia abajo y nos parece que todo es tan bonito. No podemos rendirnos. Hay que saltar, y volar, y darle de nuevo al play, sin darnos cuenta de que ya lo habíamos hecho. Porque detrás de los tópicos que asocian tristeza a los tiempos lentos, ellos descubren placer, sentido del humor, ensoñación y mucha belleza. Y eso es algo que muy pocos saben contar. 

Por cierto, después de haber disfrutado los efectos narcotizantes de escuchar el disco disfruten de todos los vídeos que han ido sacando durante estos meses para los distintos singles. Hay otro viaje apasionante en ellos.