La canción “Brividi” arrasa con el 51,8% de los votos del televoto, panel demoscópico y sala de prensa y se impone en la súper final a Elisa (26,3%) y Gianni Morandi (21,9%). Así pues, Mahmood logra la hazaña de ganar el León de Oro dos veces en cuatro años algo que no sucedía desde que Peppino di Capri también lo consiguiera en 1976 y 1973. La española Ana Mena se conforma con el vigesimocuarto y penúltimo lugar y la gran acogida comercial a su canción a su canción “Duecentomila ore”, por el momento, la 12ª más exitosa de la edición y en el #46 de la lista de ventas italiana.
La pareja artística formada por Mahmood y Blanco confirmaron todos los pronósticos y reventaron los marcadores del mítico Festival de San Remo. La impecable y sugerente puesta en escena que han presentado en ha enamorado al mundo, y la comunidad LGTBI celebra ver un tema romántico como este defendido por dos hombres, y más en Italia, donde está suponiendo una auténtica revolución a juzgar por los números que está generando.
“Brividi” se trata de una balada romántica donde las voces y los puntos de vista de los dos artistas, a pesar de los diez años de diferencia entre ellos, encajan perfectamente para describir el sentimiento de sentirse insuficiente cuando uno se enfrenta al amor. La Canción está compuesta por Mahmood y Blanco junto a Michelangelo, también productor del tema,
Dos mundos aparentemente distantes, unidos por la dinámica fuerza emocional de la composición, donde ambos artistas describen el amor con visiones diferentes y complementarias. De un lado, una vertiente más desilusionada, interpretada con plena conciencia por Mahmood; de otro, la impulsividad genuina de Blanco. Dos intensidades diferentes que logran comunicar un mundo de sentimientos sin trivializarlos.
Para la promoción del single publicaron el videoclip oficial rodado en Ámsterdam y dirigido por Attilio Cusani, traslada a imágenes las dos historias con intensidad real. Los protagonistas se alternan junto a los distintos escenarios para recrear una idea de libertad: montar en bicis de diamantes hechas con cristales de Swarovski que apuntan al cielo.
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