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domingo, 23 de enero de 2022

Marinita Precaria publica “No Me Miréis”


Marina Gómez Marín ha hecho uno de esos discos únicos, donde la caligrafía musical de nuestra protagonista resalta desde el primer momento: en su forma de producir, en su voz, en sus melodías y en sus letras. Porque “No Me Miréis” nos lleva a muchos sitios, pero al final llega a una meta clara y prístina: el pop más emocionante posible, o la tristeza servida dentro de un terrón de azúcar. 
 
O acaso “Tú Pa Qué” no hubiera sido elegida por Javier Aramburu e Iñaki Gametxogoikoetxea para protagonizar un soñado regreso de FAMILY. “Y cuando le duele canta / Y cuando llueve suena rotita su voz”. Candor, ensoñación, melancolía, delicadeza. Está todo ahí. “Celosa” nos trae a Single y a Le Mans a la vez. Y el espíritu de los popemas de NOSOTRÄSH habita en la bucólica y metafórica oscuridad de “Una Montaña”. “Espatifilo” nos evoca desde el título a nuestras queridísimas Vainica Doble: “Todo me dura tres días / Las ganas, la miel, la resaca homicida / Las flores del espatifilo con vida / La intención de hablarte, la habitación limpia /.../ Todo lo que hablo es mentira / Que no recuerdo haberte visto aquel día”. Pero al mismo tiempo canciones como “Al Campo” nos evocan a esas nuevas voces que desde su habitación firman canciones que enlazan pasado y presente con inspiración y grandes melodías, como rebe o Dani. 
 
Pero lo que más hace destacar las canciones de Marinita Precaria por encima de todos estos referentes es la elegancia, el humor, el sarcasmo y la delicadeza con la que se sumerge en la negatividad, el fatalismo y lo trágico. En “Breve Momento De Voluntad” dice: “Los pilares se desplazan de su eje / Y amenazan con colapso estructural / Yo, visto lo visto; callo, espero y miro / Tiene cierto encanto esta calamidad” mientras esa guitarra nos hace pensar en aquel luminoso y único álbum que fue “Entresemana”. Y en esa declaración de intenciones que es “Todos Tristes” nos suelta: “No me puedo quejar / Pero estamos todos tristes / Desde este otro lugar / No parece tan terrible / Hay un bosque donde juegan los camaleones al escondite”. O esa obtusa negación de la muerte, ese diálogo imposible que es “Letra De Niña”, llena de humor negro, referentes bíblicos, apocalipsis... Deliciosa. 
 
Porque desde esa portada hasta esas líneas de la contra que explican que estas canciones surgen de la más absoluta desocupación (el vacío generado por esta pandemia), pasando por esos agradecimientos “a todo el mundo, espero que seáis todos felices”, todo esto demuestra que “No Me Miréis” ha nacido bajo un estado de ánimo absoluto que inunda cada nota, y que bulle efervescente en las manos de una artista única, cuyo nombre nunca podremos olvidar. 

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