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viernes, 18 de diciembre de 2020

David Otero publica “Castillos de arena” junto a Marta Soto

David Otero nos adelanta una nueva canción de su nuevo álbum “Otero y Yo”. En colaboración con Marta Soto, ambos interpretan “Castillo de Arena”, tema incluido en su primer disco que sirvió como carta de presentación de su carrera en solitario. La canción ya está disponible en todas las plataformas digitales. 

Cuando empezó a buscar canciones para lo que sería su primer disco (Nada-Lógico) entre las maquetas que más le gustaban estaba esta canción que había compuesto en Argentina, “Castillo de Arena”.  La grabó y le dio un aire algo más electrónico y misterioso. Cuando pensaba en su primera canción para presentar su carrera en solitario, todo el equipo coincidió que era la canción más especial del disco. Han pasado ya diez años desde que vio la luz, y durante este tiempo, siempre ha sido protagonista en sus conciertos. 


Cuando “Otero y Yo” empezó a tomar forma, pensó en acercar todavía más aquella canción al mar, en este caso al sur, y llamó a Marta Soto. Le contó la historia de la canción y le explicó que la letra narraba una historia de amor entre una playa y una chica que pasaba los veranos tumbada en su arena. Dos realidades tan lejanas, una como un Dios de la naturaleza, ofreciendo su paisaje y su agua azul turquesa y ella, incapaz de entender el amor que la playa le enviaba en forma de paisaje, pero a su vez enamorada de cada pisada de sus pies descalzos sobre la arena.  


Así se dividen los roles a la hora de cantarla y se hipnotizaron con lo bonito que sonaba todo a dos voces. trabajaron toda esa tarde en cómo estructurar la letra para que encajaran a la perfección y le enviaron una propuesta a Tato Latorre.  


Volvieron a quedar unas pocas semanas después para producir el tema junto a Dani Ruiz (productor, músico y manager de Marta) y con sus mágicas manos al piano, acabó de encajar todo. Marta aportó su melodía, sus giros, su personalidad y de forma mágica, acercó la canción aún más a la playa. Sólo con su esencia, ya sonaba más a Mar que nunca.


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