“Estoy bien*” El nuevo EP de Nahu*

El seis de febrero, Nahu* nos sorprendió con su canción “Habitación”. Una pieza llena de sentimientos y de ese paso del tiempo que cuesta manejar, donde ha sabido mezclar la nostalgia con el deseo de avanzar. Sin embargo, este lanzamiento solo era el primer suspiro de lo que sería su nuevo EP. 

“Estoy bien*” es su última obra compuesta por cinco canciones que suman apenas doce minutos de puro amor. Cada tema es una ventana que llega a su mundo interior, donde el amor, la confusión, la ternura y el dolor conviven. 

El viaje comienza con la ya conocida “Habitación”, ese rincón íntimo donde las emociones desbordan los pensamientos. 

Le sigue “Corriendo palante”, que habla del apoyo incondicional de alguien que te acompaña a tu ritmo, sin prisa sin miedo sin pausa. Una canción para quienes han sabido que alguien les sostiene en silencio. 

Pasan distintas fases, incluso dolor, donde estalla con “Que quieres de mi”. En esta canción, Nahu* toca una herida más profunda. Las dudas que acompañan al amor cuando no todo parece tan claro. Aquí se muestra vulnerable, y se percibe ese grito interno que muchos reconocerán como propio, el miedo que todos tenemos alguna vez. Es el momento en el que el amor se mezcla con la frustración. 

Esta montaña rusa sigue con el arco más bonito y lleno de luz del EP: “Tequieros”, «Cuando me habla no sé qué pensar, pero te toco y vienen los tequieros.» Así es como Nahu* llama la atención de todos sus oyentes en “Tequieros”. Una muestra de amor y de sentir que flotas sobre una nube. Transmite esa sensación de brillo en la mirada cuando escuchas a tu persona favorita y todo se vuelve más ligero. 

El EP culmina con “Cómo suena el amor”, donde decide poner el broche final al proyecto. Junto al productor, construyen un tema que combina dulzura y madurez emocional. Un cierre que no te suelta fácil y que aún terminado te deja con ganas de más. 

Con apenas cinco canciones Nahu* ha sabido expresar lo que muchos sentimos. Es lo bonito de que escuches a alguien y te sientas identificado o quieras dedicar las letras para que expliquen lo que llevas adentro. Es que a veces no hace falta gritar, a veces basta con los tequieros.