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miércoles, 28 de mayo de 2025

Dani Dicostas presenta “Clímax”, primer adelanto de su nuevo disco


Dani Dicostas presenta “Clímax”, primer adelanto del que será su nuevo álbum.  

“Clímax”, es de color rojo, es noche, es sensualidad, son explosiones y guitarras distorsionadas. Es un ventilador y una pupila dilatada. Escucha “Clímax”. 

Este primer adelanto de Dani Dicostas tiene un nombre que es una declaración de intenciones: “Clímax”. Es provocador, fanfarrón, aireado y lujurioso. Una llamada a levantar las manos y contonearse como una serpiente embriagada.  

“Clímax” vive en ese antagonismo de ir con el coche a buena velocidad, pero relajado. Rememorando la adrenalina de los abrazos letales e ineludibles. Hay una apología del riesgo fortuito. Una reverencia del impulso. De la sabrosa distorsión.

"Hola a todxs. Estos dos últimos años he estado dedicando casi todo mi tiempo a componer, a producir y a encontrar un nuevo camino para mi musica. Todavía falta un poco para compartir con vosotrxs todo el trabajo, pero por fin puedo inaugurar el comienzo de una nueva etapa. Este mes podréis escuchar el primer adelanto de mi nuevo disco, del que pronto os contaré más cosas. Gracias por estar ahí y bienvenidxs a lxs nuevxs. Con mucho cariño y amor." Dani Dicostas. 

Dani Dicostas es una Red Velvet. A tientos dulce, a ratos ácida, cremosa en mirada y esponjosa en letras. Tiene algo de moderno. Lo rojizo, quizás. Bien atemperado con los tintes clásicos de su glaseado.

En sus canciones, Dani Dicostas bota del rojo al blanco franqueando la sensibilidad y la emoción para llegar a la bilis. No se corta si tiene que arrancarse las entrañas y entregártelas monísimas con un lacito alrededor. Y, claro, si a eso le sumas un grado profesional de conservatorio y un rosario de referencias que van de Robert Johnson a Rufus Wainwright, Abba, Beach Boys, Oasis o New Order, la cosa se saborea todavía más sofisticada. Tal vez esa sea una buena definición de Dani Dicostasuna sofisticación agitada, descarnada y dulce. 

Aterrizó como un meteorito de sensaciones en 2020, dirigida por el vaquero castizo Aaron Rux. Por entonces se refugiaba sólo en el nombre: dani. Pueriles ambiciones de Cher. “veinte”, su primer álbum, tradujo el despertar de una joven de voz meliflua, capaz de ser juguetona y original, a lomos de un indie-pop solvente, ecléctico, que te dejaba con la cadera penduleando. Los elogios corrieron. Los brindis derramaron el champán y la prensa musical ya hizo planes de coronación para la nueva princesa del pop español. 
 
El efluvio no tardó en crecer y envalentonarse. Para 2022, Dani ya teloneaba a Imagine Dragons y en 2023 publicaba su segundo álbum “Posdata”. El disco la lanzó directa a la portada de Mondo Sonoro. Su huella personal se reconocía ya como un rostro llamativo. Confirmó así la intérprete, sin lugar a dudas, haber cazado esa escurridiza meta del artista: lograr una voz propia 
 
Casi un lustro después, la crisálida ha vuelto a resquebrajarse dejando salir un nuevo ser. Dicostas no se ha pasado al death metal, pero ha agarrado todo lo que la hacía única: su tono de chanson française, el ritmo de bossa nova funkero, la innegable seducción de su tono, y lo ha madurado. Con este tránsito, bien meditado, Dani Dicostas se ha convertido en la artista que, desde sus inicios, todos intuían que sería.

En sus nuevos temas, Dicostas ha encontrado la chispa y te la sirve en bandeja de plata para que prendas tu propio incendio emocional. Con su voz como vehículo, igual que un mantra, es capaz de transportarte al sentimiento desatendido. Ese que sólo la música virulenta, cargada de alma, es capaz de invocar. 

Para la promoción del single ya ha publicado el videoclip oficial dirigido por Silvia Coca.

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