Christina Rosenvinge pone música al segundo largometraje del cineasta mexicano Alejandro Andrade Pease, Hombres íntegros, una producción hispano-mexicana que se está en cines desde el 23 de mayo.
La artista madrileña, referente del pop alternativo español y conocida por su inquietud creativa, se adentra esta vez en el terreno cinematográfico componiendo una banda sonora que abraza la narrativa emocional de la película: una reflexión profunda sobre la identidad, el miedo a ser uno mismo, y las heridas abiertas del machismo, la homofobia y el clasismo.
La banda sonora de Hombres íntegros, disponible ya en plataformas, se construye sobre diez piezas instrumentales y una versión del canto medieval francés “Le Bouvier”, rebautizado como “El labriego”, que suena en los créditos finales.
Con producción detallista y texturas que oscilan entre lo acústico y lo electrónico, Rosenvinge traduce musicalmente la travesía emocional del protagonista, Alf. Guitarras distorsionadas, voces espectrales y sintetizadores se entrelazan con instantes de melancólica luz, creando una dimensión sonora compleja y profundamente evocadora. Para lograrlo, la artista ha contado con la colaboración de músicos como Charlie Bautista y León Sierra, así como la producción de Dany Richter en “El Lado Izquierdo”.
Esta incursión en el mundo del cine no solo confirma la madurez de Christina Rosenvinge como compositora, sino que refuerza su capacidad para contar historias sin necesidad de palabras. Su banda sonora enriquece Hombres íntegros con una sensibilidad que vibra al compás de los silencios, las dudas y las contradicciones del protagonista. Porque, como en toda buena película, hay cosas que solo la música puede decir. Y Rosenvinge, una vez más, lo ha dicho todo sin alzar la voz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario